sábado, 1 de diciembre de 2007

Una tarde en el Circo


Estábamos dentro del circo cuando salió una mujer con serpientes por el cuerpo y nos dejó tocar a las serpientes y entonces se metió en un ataúd con la serpientes dentro, después un señor con dos guepardos domados y entonces salió un trineo con ruedas tirado por perros. Después había unas barreras para saltar, entonces casi todos los perros saltaban menos uno que pasaba por debajo. Y luego salieron varios payasos haciendo malabares, entonces salieron todos bailando.



FIN

6 comentarios:

Anónimo dijo...

A mi también me gusta mucho el circo.
Nunca toqué una serpiente, porque me dan un poco de miedo, pero a lo mejor si voy contigo me atrevo.
Lo que más me gusta son los trapecistas, da gusto ver las piruetas que hacen y lo bien que se mueven allá en lo alto.
¡Y por supuesto los payasos! ¡Qué divertidos!

Si quieres la próxima vez que venga un circo, podríamos quedar

Dos besos y un abrazo.

Hiperion

Anónimo dijo...

Me gusta el circo y recuerdo como, cuando los carteles anunciaban que iba a venir a mi pueblo, lo esperábamos con impaciencia. Luego mirábamos todos aquellas, caravanas, jaulas, animales y un montón de gente montando la carpa.
Me ha gustado mucho lo que escribiste, me ha traído muchos recuerdos.

Un beso

Clara

Anónimo dijo...

Una vez vi un circo que lo levantaron entre varios elefantes y mucha gente hasta crear la carpa mas grande que nunca vi. la verdad es que al entrar me asustaron los leones y menos mal que me encontre un payaso que le dio un bofetón a uno de ellos porque sino no se que hubiera pasado.

Simbad, ¿has estado alguna vez en un tren de circo?

Prometeo

Anónimo dijo...

Me gustaría mucho que nos siguieras contando historias, que podrían ser como los cuentos que se leen en la cama, antes de dormir. Cuentas muy bien las cosas y, además, ¡así tendría sueños maravillosos!!

Dos besos y más

Hiperión.

José Luis dijo...

El circo es una de mis grandes pasiones, de no ser actor de teatro estaría trepado en un trapecio, o volando por los aires impulsado por un cañón. No sé, tal vez tejería ilusiones y sonrisas en los rostros de los niños gracias a un disfraz multicolor.

Ayyy... el Circo!!!

Gracias por remover mis ansias circences atrapadas en el cuerpo de un escribidor de historias.-

Buena salud a todos.

sergio dijo...

erni mola muxo ... sergiii