martes, 18 de noviembre de 2008

Odisea en la bahía

Salimos de puerto, el viento azotaba fuertemente. Ibamos bien hasta la punta del muelle. El viento se levanto con furia, estábamos haciendo una regata y no podíamos navegar. Una niña volcó, a otro se le salió la vela, paramos y volqué, nadie me ayudó.



Tuve que salir por mis propios medios. ¡La patada!, ya volcado y yo dentro, de la patad que le dí dio la vuelta.

-¡Increible!, dije yo mareado.

No sabía muy bien dónde estaba, seguí atontado o sin sentido, no lo sabía.



Pedí ayuda y me fueron a ayudar. Lo tenía todo empapado, no podía seguir.



Vi cómo sacaban todo, palos, velas, cabos, iba con otros tantos en la zodiac.



Pero me mareé, me mareé y seguía mareándome. hasta que llegó el momento en que vomité, poco pero vomité. Ibamos cinco en la zodiac, estaba llenísima.



Pero cuando volvimos para desmontar el barco fue fácil desmontarlo, con cada cosa en su sitio.



Hernán

2 comentarios:

jose antonio dijo...

En tu relato, que por cierto esta muy bien, no pones nada de lo que comiste ese día, espero que no mucho.

No obstante sabemos que al final vencerás los mareos, y tendremos a los mejores marineros: Hernán y Diego, que ya teneis nombres de marinos renombrados y antepasados vascos que fueron los mejores.

Y como dijo Calderón:
El mejor amigo, el mar;
la mejor limosna, el viento

Muchos besos
José Antonio y Nieves

yurena dijo...

muy diver